Casi todo produce algún tipo de huella de carbono. Ya sea viajando en un avión que usa combustibles fósiles o algo más sutil, como comprar marcas de moda insostenibles, el carbono está en todas partes. Para intentar frenar estas emisiones, muchas personas y empresas recurren a la compensación de carbono. Estos programas tienen beneficios a largo plazo, pero debes tener en cuenta algunas cosas antes de invertir.
¿Qué entendemos por compensación de carbono?
La idea de compensar las emisiones de carbono surge de la necesidad de reducir el efecto de los gases de efecto invernadero y la crisis climática general. Algunos científicos han puesto un reloj sobre cuánto tiempo tiene que actuar el mundo antes de que la crisis climática se vuelva irreversible.
Dado que puede ser un desafío evitar tener una huella de carbono por completo, la compensación de estas emisiones se ha convertido en un camino popular a seguir. Calculan la huella de carbono total, luego compran o invierten en proyectos que compensan esa huella por igual. Estos proyectos pueden adoptar varias formas, desde la captura de carbono mediante la plantación de árboles hasta el cambio a energías renovables y el almacenamiento de carbono de forma segura.
Un certificado de compensación representa la reducción de una tonelada métrica de carbono. De esa manera, cualquier carbono que contribuya a la atmósfera, puede compensarlo de alguna manera.
¿Quién usa los programas de compensación?
Por lo general, son las grandes empresas y corporaciones comprometiéndose con programas de compensación de carbono. Estas corporaciones a menudo contribuyen a altos niveles de emisiones de carbono; estos proyectos son formas de frenar esos niveles. Por ejemplo, Delta Air Lines se ha comprometido a compensar programas en el pasado, pero ahora está superando los límites para reducir activamente el carbono en la atmósfera en lugar de únicamente equilibrarlo.
Las personas también pueden asumir estos proyectos. Cada paso marca la diferencia cuando se trata de combatir la crisis climática. Sin embargo, es fundamental conocer primero los beneficios y las desventajas de los programas de compensación.
Los pros y los contras
Es necesario saber navegar por el amplio campo de los programas de compensación. Si bien existen muchos proyectos efectivos, la compensación de carbono puede complicarse más. Por ejemplo, la idea de compensar significa únicamente que una persona o empresa está equilibrando las emisiones que liberan sin reducirlas.
Si bien la compensación tiene beneficios, también es crucial centrarse en soluciones inmediatas. Una corporación importante que planta árboles para compensar el carbono en varios años no es tan eficaz como cambiar inmediatamente a la energía renovable. Además, los árboles también corren el riesgo de deforestación en el futuro.
Algunos programas de compensación también pueden ser poco prácticos para la persona promedio. Si son demasiado costosos, se convierte en un campo poco realista para invertir. Soluciones como cambiar a energía renovable y usar tecnología y electrodomésticos que ahorran energía en su hogar se vuelven más prácticas. Sin embargo, se puede encontrar un equilibrio.
Un acto de equilibrio
Invertir en un programa de compensación de carbono sigue siendo una opción viable si se encuentra el adecuado. En primer lugar, se puede utilizar una calculadora de huella de carbono para saber cuánto se desea compensar. Cuando se tiene ese número, hay que buscar un programa que sea transparente y directo sobre sus acciones y soluciones.
Por ejemplo, buscar programas que establezcan a dónde van las inversiones y cómo planean compensar el carbono. Se puede determinar su efectividad a partir de ahí. Si la organización es vaga y habla en general sobre objetivos, es posible que no sea el mejor proyecto del que formar parte.
Con planes como capturar y almacenar carbono o financiar energías renovables en el presente, puedes estar seguro de que el programa se esfuerza por lograr cambios y no es una simple fachada.
El futuro de la compensación
Para mejorar el campo de la compensación, los programas deberían centrarse en soluciones tanto inmediatas como a largo plazo. Con caminos para cosas como energía renovable, agregar más verde al mundo y eliminar activamente el carbono, los programas pueden ser realmente efectivos.
