Probablemente estoy a punto de tratar un tema que está un poco fuera del estándar que he mantenido hasta ahora, pero creo que deberíamos comenzar a compartir, a través del blog y las redes sociales, información sobre conceptos que ayuden a mejorar el planeta.
El término geoingeniería (ingeniería climática) se refiere al conjunto de métodos y tecnologías que tienen como objetivo alterar deliberadamente el sistema climático para aliviar el impacto del cambio climático. Sería suficiente detenerse en esta definición y comenzar a reflexionar sino será peor el remedio que la enfermedad. Porque cada día están ocurriendo unos fenómenos extraños que raramente ocurrían en ciertas zonas del planeta y que ahora en zonas de Europa, por ejemplo, se producen huracanes y otros fenómenos atmosféricos parecidos a los que tienen en muchas zonas de Estados Unidos y Centro América que eran impensables que llegaran a Europa.
Geoingeniería para alterar el clima
¿Pueden estas actividades, por lo tanto, tener otras consecuencias, además de la de alterar el clima?
Resulta que el reconocimiento oficial de la geoingeniería tuvo lugar en junio de 2011 cuando comenzamos a escuchar el análisis de los costos de los efectos y las técnicas destinadas a alterar el sistema climático, un tema que por el momento es particularmente muy confuso.

El IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), está organizado para abordar la ciencia del cambio climático, los impactos y adaptaciones ambientales, la mitigación del cambio climático y más.
Por ejemplo, en uno de los muchos documentos producidos por este órgano hablan
de nubes y aerosoles. ¿Y cómo se fabrican estos aerosoles? ¿Tal
vez con aviones? A veces vemos una estela anómala en el cielo, que creo no
está ayudando a nuestro ecosistema. Sin embargo, se habla de un intento de
oscurecer el sol con un sistema tecnológico apropiado. Parece de ciencia
ficción, pero es mas real de lo que creemos.
¿Se puede alterar el equilibrio macroeconómico del ecosistema y poner en riesgo a los humanos?
Parecería que la comunidad científica, que enfrenta estos problemas en nombre de las Naciones Unidas, está más inclinada a seguir los pasos de Edward Teller. Estamos hablando del científico estadounidense que dedicó toda su vida a la producción de armas de destrucción masiva.

Entre los
diversos trabajos de este científico tenemos el estudio sobre el uso de
aerosoles que difunden la altitud para aumentar la reflectividad de la Tierra.
¿Cuál es la verdadera libertad de acción de los científicos para buscar
soluciones en el interés del Hombre? ¿Cuánto son, en cambio, objeto de
otras atenciones, poniendo en la cola el interés principal del hombre?
La comunidad humana continúa emitiendo enormes cantidades de gases de efecto
invernadero a la atmósfera. Las cifras son altas. En 2013
alcanzamos las 395 ppm de CO2 en la atmósfera. En 2010, aunque hubo
una crisis económica importante, esta cifra también aumentó un 5,9%. Estamos
hablando de niveles nunca alcanzados en la historia de la humanidad y
constituyen un 49% más que en 1990, año al que se refiere el protocolo de
Kyoto. Estamos en 2019 y las cifras son muy preocupantes.
Geoingeniería y el calentamiento global
Los científicos dicen que no hay posibilidad de mantener el calentamiento global por debajo de 2 grados centígrados. La concentración de CO2 «equivalente» (incluida la contribución de otros gases de efecto invernadero) habrá alcanzado el nivel de 538 ppm en 2052.
El nivel del mar es 36 cm más alto que en el 2000, lo que equivale a 56 cm más que en la era preindustrial. Los océanos, que en condiciones naturales son alcalinos (pH alrededor de 8,2) ya han alcanzado un valor de 8,05 en la actualidad, destinados a disminuir a 7,97.
Se habla de la actividad de SRM (protección solar química), luego aerosoles en la atmósfera, para contener el problema. ¿SRM ya está en uso? ¿Puede haber efectos secundarios?

Algunos estudios científicos muestran que esta actividad del protector químico solar podría producir una disminución significativa en el nivel de precipitación en todo el mundo.
Se pueden leer noticias terribles sobre este tema, pero a pesar de las contribuciones científicas de varios científicos de diferentes países, no se encuentra ninguna crítica significativa hacia el SRM.
Mientras tanto, si miras hacia el cielo, verás cada vez más y más a menudo muestras de franjas que no se pueden condensar porque ocurren en áreas del cielo y en alturas que no tienen nada que ver con las de los aviones. Creo que esto es muy preocupante.