Para abordar este tema hago un ejemplo muy trivial, refiriéndome a nuestro coche. Cuando viajamos en automóvil, estamos acostumbrados, mediante un botón o una pequeña rueda, a activar el aire acondicionado, el sistema que nos permite ajustar automáticamente la temperatura a bordo, en algunos casos también nos permite diferenciar la condición entre conductor y pasajero, variando, por ejemplo, dirección e intensidad del chorro de aire. Tomamos todo esto por sentado ¿verdad?
Donde normalmente pasamos mucho más tiempo en nuestras vidas, es en nuestra vivienda o en la oficina, y la mayoría no pensamos la importancia de poder «controlar» las condiciones climáticas de los entornos donde más solemos estar.
Termorregulación para ahorrar dinero
Tomemos el ejemplo de lo que ocurre en invierno y hablemos sobre la calefacción, para simplificar un poco las cosas, simplemente encendemos la calefacción solo cuando sentimos frío, apagándola una vez tenemos una temperatura excesivamente elevada donde podemos incluso ir en manga corta, seguramente implica una oscilación significativa de la temperatura, de nuestra casa, que impone un consumo extra en nuestro sistema, al mismo tiempo que empeora el confort. Lo absurdo es que este tipo de gestión nos da la ilusión de haber ahorrado. Te aseguro que no es así.
En general, me gusta dar el ejemplo de cuándo vamos conduciendo. Intenta ir en automóvil a lo largo de la ruta de la oficina a tu casa, acelerando y frenando continuamente y al día siguiente trata de hacerlo manteniendo una velocidad bastante constante. Si comparamos los dos tipos de conducción, veras efectivamente que con la última conducción donde llevas una velocidad constante has gastado mucho menos que con la conducción de acelerar y frenar. Lo mismo ocurre con tu calefacción o aire acondicionado, si es constante ahorras energía.
¿Qué es la termorregulación?
La termorregulación, es la posibilidad de regular y gestionar la temperatura en cualquier entorno, que nos permite no sobrecargar demasiado nuestro sistema, lo que nos permite alcanzar estándares de confort decididamente superiores en comparación con una gestión fluctuante.
Válvulas termostáticas
Aquellos que experimenten la obligación de instalar válvulas termostáticas podrán experimentar este nuevo concepto de gestión del calor en su piel. En la práctica, la ignición del sistema y la temperatura de los emisores de calor se manejarán completamente de acuerdo con las necesidades del entorno individual, mientras que el generador de calor (que podemos llamar fácilmente una caldera) enviará agua caliente a los radiadores a una temperatura que depende de la temperatura exterior de ese momento. Esta es una de mas formas mas eficientes de termorregulación. Pero….
Hablar de la termorregulación solo limitándonos a las válvulas termostáticas es muy limitado, hasta la fecha existen varios sistemas para controlar la temperatura, y no solo en cada habitación de la casa, obviamente, en función de la situación será necesario evaluar el sistema más adecuado.
Ahora hay sistemas «inteligentes«, basados
Para las segundas casas existe la posibilidad, desde hace mucho tiempo, de controlar todo el sistema a través de un teléfono inteligente o una tableta. En este caso, la función de la tecnología es principalmente simplificar nuestra vida y darnos una comodidad que hace unos años eran impensables. Podría decir que, incluso instalando la más simple de las unidades de control de temperatura disponibles en el mercado, sería capaz de optimizar considerablemente la gestión de un sistema de aire acondicionado, contribuyendo a una reducción sustancial del consumo y el consiguiente aumento de confort y por supuesto lo notaria en su factura mensual.